08-03-2022
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La inflación y los tipos de interés marcarán el futuro de la vivienda
Tras unos años de recuperación y estabilidad en la economía y en lo que concierne al sector inmobiliario, el futuro se muestra con incertidumbre y puede venir marcado por varios factores en los próximos meses.
A pesar del impacto en el sector de la construcción durante la crisis y los meses de confinamiento, el mercado recuperó la senda alcista previa al covid e incluso se ha acelerado en la vivienda de nueva construcción. La acumulación de ahorro durante la crisis es la principal explicación, sumado al acceso a una buena financiación y la recuperación del empleo.
La recuperación del empleo, unida a una buena liquidez y bajos tipos de interés, han sido factores clave en el impulso de la demanda de vivienda
Por otra parte, a pesar de la subida de precios que se vienen registrando en el precio de la vivienda, no existe peligro de otra burbuja inmobiliaria. Las entidades financieras no están relajando los criterios de concesión de nuevas hipotecas y la mayoría de operaciones se estaban firmando a interés fijo y con duraciones inferiores a los 30 años.
La inflación y los tipos de interés marcarán el futuro
El precio del dinero se mantiene en mínimos desde el año 2016, pero el Banco Central Europeo (BCE) podría verse obligado a subir tipos para frenar la escalada de la inflación.
Más de la mitad de las viviendas que se han comprado en nuestro país en los últimos dos años se han financiado con hipoteca. Las buenas condiciones de financiación que ofrece la banca, sumadas a la subida del precio de los inmuebles o la búsqueda de casas más grandes y con mejores prestaciones están detrás de este reciente impulso hipotecario. Por lo que el principal factor de vulnerabilidad podría ser un hipotético incremento de los tipos de interés en el contexto incierto de inflación. La escalada de la inflación, que está en máximos de tres décadas y ha batido récord en la eurozona, podría adelantar un encarecimiento del precio del dinero.
De cara a este año, no se esperan grandes cambios, aunque las dudas de quienes buscan un préstamo para adquirir una vivienda, pueden estar en saber que es mejor una hipoteca fija o una variable.
A priori, la subida del euríbor podría restar atractivo a la opción de elegir una hipoteca variable, pero conviene tener en cuenta que el indicador sigue en terreno negativo y que posiblemente su tendencia al alza será paulatina y moderada.
Las hipotecas variables están sujetas a unos tipos de interés más bajos que las fijas, aunque tienen mayor riesgo porque los intereses a pagar dependen del euríbor. En cambio, en las fijas el cliente debe asumir un tipo de interés superior a cambio de ganar tranquilidad y saber que siempre va a pagar la misma cuota hipotecaria durante la vida del préstamo.
A partir de ahora veremos ofertas variables más agresivas para compensar la subida del euríbor.
Sin embargo, esto no significa que las condiciones de financiación vayan a endurecerse. Algunos bancos se están adelantando a una hipotética subida de los tipos de interés y están actualizando sus políticas de precios, mediante mejoras en las condiciones de sus hipotecas variables y un encarecimiento de su oferta fija.
Otras alternativas: la hipoteca mixta o cambiar de hipoteca.
El consumidor también tienen la posibilidad de cambiar su hipoteca, ya sea con su mismo banco (novación) o con una entidad distinta (subrogación), a fin de mejorar las condiciones iniciales como el plazo, el tipo de interés, el importe o el tipo de préstamo.
Otra posibilidad es contratar una hipoteca mixta, siendo una solución a medio camino, ya que suele incluir una cuota fija durante los primeros años para pasar a un tipo de interés variable en el resto del plazo de amortización.
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